El muralismo consiste en colocar una impronta de cualquier tipo sobre extensiones de superficies arquitectónicas como muros y fachadas empleando diversas técnicas como el dibujo, mosaico, pintura, graffiti, cartel, bajo relieve o fresco. Estas intervenciones artísticas usualmente son de gran formato y se han popularizado aún más en décadas recientes con el boom del arte urbano y el uso de este arte con fines publicitarios e institucionales.
Se puede decir que la historia del muralismo está ligada a los inicios de la humanidad con las pinturas rupestres halladas en cada uno de los 5 continentes, las cuales pueden datar hasta los 70.000 años a.C. Algunos de los sitios más representativos por nombrar unos cuantos son: en Altamira (España), Lascaux (Francia), San Borjitas (México) Gua Tambun (Tailandia), Maros (Indonesia), Loiyangalani (Kenia), Alabama (U.S.A), Áísínai’pi (Canadá), Kakadu (Australia) y Chiribiquete (Colombia). Esto puede dar cuenta del muralismo como técnica base de la cultura humana.
Atravesando la historia humana desde los egipcios, fenicios, mayas, incas, griegos, romanos, árabes y el renacimiento se fueron depurando las técnicas hasta llegar a llegar a la historia moderna americana con el muralismo mexicano a inicios de 1920, periodo en el que surgieron figuras como Diego Rivera, David Siqueiros, Rufino Tamayo, José Orozco y Jorge Camarena entre otros.
Posteriormente con la llegada del Graffiti a finales de la década de 1970, se generó una revolución de artistas jóvenes que inundaron las calles neoyorkinas con graffiti dinamizando y apropiando las calles como escenario artístico incluyendo letras a partir de la influencia del hip hop.
Hacia el inicios de 1983 con la aparición de pioneros como Blek le Rat en Francia inicia el Street art o arte urbano, que, en el transcurso de poco menos de 2 décadas se toma las calles, creciendo como movimiento subterráneo y dando forma a distintos estilos cada vez más arriesgados y reclamando formatos cada vez más grandes.
Hoy en día es posible encontrar en cada ciudad capital murales de gran y pequeño formato en espacio público, miles de artistas dedicados a fortalecer y alimentar la escena y dinámicas (legales o ilegales) diversas de las ciudades contemporáneas que respiran y albergan la vida nocturna en las que cada pared y rincón por alto que sea puede ser susceptible de ser tomado por nuevos autores, que en el caso del graffiti pueden llegar a transgredir espacios de manera ilícita con tal de reclamar su lugar en la ciudad.